miércoles, 7 de julio de 2010

De mis pecados Te HabLo


A la deriva, entre tu cabello y la tormenta,
aferrado con dos dedos a tu garganta,
cuelga mi corazón de piedra, espantado de tu belleza.

Mira, pobre mi ser, diáfano e insípido
Cual respiro fatigado de lívido,
Ya no me han quedado sentido en las palabras,
Ni secretos que sean secretos, luego de ti.

A la deriva, como un zombi en la tierra,
Como el anciano que se aferra a su linterna,
Le teme a la oscuridad, como yo le temo a la soledad.

Aférrate de mi piel, entra en ella como la astilla en la carne,
No permitas que el silencio te espante, que el aire espeso te mate,
Mujer amiga, hermana de mi vida, carne de pecado,
Tu sombra la noche es mi legado, tus alfileres las punzadas de mi pecho,
y el aire que respiras la despiadada legía que fragua la vida..

A la deriva entre tu cabellos y la tormenta,
el amor desnudo camina como un simple pendejo,
temblando con tu invierno, como un niño abandona y enfermo.

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