Cuestiones simples
Hoy mientras gritaba lo entendí, sus palabras desesperadas dejaban ver, más, que escuchar, como su labio inferior buscaba esconderse en su boca, o como sus ojos se enrojecían, con cada frase que formaba. Mirarlo no verlo, sentirlo, con ese aire de embustero que lo rodea, tratar de salvarlo de sí mismo, y salvarme a mi antes que sus demonios queden sueltos. Hoy lo comprendí, sentí en mis huesos la desesperada adicción por consuelo, lo terrible del dolor propio, lo insoportable de la levedad del ser.
Entender no ver, no mirar, sentir son cuestiones simples, son más bien como cosas que uno hace por hacer, no como el plan universal de la vida, como salir a cenar, o traicionar, simplemente aprender que todo es tan simple, que termina por comerse así mismo.
Y hoy yo lo entendí, aquello de tener un sueño, no un amor pendejo, no una ambición tan triste que me envejezca, sino mas bien tener una pequeña usurera llamada inspiración
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