viernes, 21 de mayo de 2010

En el fondo tú lo sabes, sabes que de mi se alimentan hiedras, y que para ti se convierten en dulce néctar. Sé que tú lo sabes, sé que sientes mis soplidos que se mesclan con el viento para decirte que te quedes.
Sé que escuchas las desesperadas plegarias de mis pestañas que en cada parpadeo, te dicen te amo. Mírame mujer aquí estoy, sonámbulo por tus besos, tratando de tocar el azul del cielo con los pies descalzos.
Pero sé que tú lo sabes, ya sabrás de todas mis noches con las serenatas de bichos en la estepa, o de todos los luceros que he herido con una piedra.
Sé que miras los lamentos invisibles del corazón estrujado

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